Este año visitamos por segunda vez uno de los carnavales con más tradición de la provincia de Ciudad Real, y como no podía ser de otra manera, nos llevamos el dulce recuerdo de sus frutas de sartén.
Contamos con unos anfitriones de excepción, las máscaras mayores. Mª del Carmen, Orestes, José y Antonia, las primeras entrantes en este año, las últimas salientes del año anterior. Su pasión y manera de vivir el carnaval es contagiosa, haciéndonos sentir la hospitalidad de una fiesta que en breve se considerará de interés turístico nacional.
«Se espera que el carnaval de Miguelturra sea declarado de interés turístico nacional»
Junto a la dulzura de su recibimiento, otra propuesta también muy golosa, las frutas de sartén, exquisita repostería basada en masa de harina frita y sus secretos, pues todas no están iguales. Rosquillas, borrachuelas, flores, barquillos y roscapiñas son los distintos formatos de estas delicias, recubiertas de azúcar, y miel en el caso de las últimas. Cada una tiene un sabor y textura diferente. No es lo mismo una rosquilla que una flor, pero todas son muy apetecibles.
«Rosquillas, borrachines, flores, barquillos y roscapiñas son los formatos más comunes de las frutas de sartén»
Nos gusta el ambiente, las charangas por las calles, personas de todas las edades compartiendo una fiesta sana, cuyos orígenes, en esta localidad, se pierden en el tiempo. Nos cuentan desde una de las murgas, que por las tardes van a visitar una residencia de ancianos y que al escuchar la música a todos les cambia la cara. Muchos de ellos, no hace mucho, estaban disfrazados, cantando y tocando por las calles de Miguelturra, y gracias a ellos, hoy continuamos disfrutando de esta tradición.
Nos despedimos otro año más de este carnaval que nos ha abierto sus brazos, con sus caras tapadas por máscaras pero con su corazón sin disfrazar. ¡Viva el carnaval!