Durante dos fines de semana en la localidad de Argamasilla de Calatrava se ha celebrado la I Ruta de los Pucheros. Algo más de una docena de bares han participado en esta actividad, que ha calentado los estómagos de los vecinos, y visitantes que nos hemos acercado.
Nos encanta con estas bajas temperaturas tomarnos un vino y que la tapa sea algo calentito. Esa es la filosofía de estas rutas, que aprovechan su cultura de cocina tradicional para ofrecerla como acompañamiento de una consumición.
No pudimos visitar todos los bares, pero con la vuelta que nos dimos, fue suficiente para hacernos una idea de lo que se ha cocido esos dos fines de semana. Empezamos probando los callos con garbanzos, un clásico de la cocina tradicional, que servidos en su cuenquito de barro, les aporta el recuerdo de lo entrañable. Continuamos con un puré de alubias con cebolla frita y chorizo, una manera diferentes de entender las clásicas alubias estofadas, pero que nos resultó reconfortante. Aunque lejos de la Semana Santa, en el siguiente local nos deleitaron con un potajito de pellueas con puñadito de espinacas y raspita de bacalao, un sabor que asociamos a la vigilia, pero que a mi me encanta en cualquier fecha. Finalmente nos despedimos de la ruta con un choco con patatas y setas, un plato que funde mar y montaña, y que nos resultó más que apetecible.
Siempre creemos que iniciativas en el sentido de fomentar la gastronomía son merecedoras de nuestra reseña, además muy en línea con nuestra cocina y las condiciones climáticas del año. También destacamos el precio comedido de 1€ por tapa extra y la atención de los profesionales de la hostelería de la localidad. Desde este momento hemos pulsado el botón de cuenta atrás, para volver a la segunda edición de esta Ruta de los Pucheros.